Voy a contaros un cuento. Una leyenda. Una leyenda que se convirtió en verdad. Y una verdad que salió a la luz. Nada de esto hubiera pasado si Thierry no hubiese comenzado a utlizar esa cámara para grabarlo todo. Bueno, empecemos desde el principio.
Alrededor de 1999 Thierry Guetta consiguió una cámara de vídeo. Una cámara simple para un ciudadano simple. Corriente. Pero que sin embargo le creó adicción y acabó llevándola a todos lados. Grababa cuando conducía, cuando iba al baño, cuando andaba, cuando comía e incluso cuando veía la televisión. Y acumulaba cintas y cintas cuyo contenido era NADA. Sin embargo, algo cambió. En una reunión familiar, estando con su primo, lo grabó realizando un proyecto que se basaba en crear las figuras del famoso juego Space Invader en unas plantillas que luego colocaría por toda la ciudad. SÍ, estamos hablando del famoso artista que pasó a llamarse INVADER, y cuyas plantillas existen por todo el mundo hoy en día. Sin embargo este solo fue el comienzo para todo lo que grabaría Thierry.
Comenzó a conocer a gente, amigos de su primo, el famoso SPACE INVADER, personas como ANDRÉ. Monsieur André. Que, por si alguien no lo sabe, es el creador de el famoso monigote de cara sonriente con largas piernas. Que nada mas y nada menos ha sido copiado. Plagiado. Por cientos de persona es todo el mundo, sin haber ciudad que se escape de un monigote que creó André a pesar de que ahora existan 4 gatos que lo copien, creyendo que es obra suya.
Sin embargo la ambición de Thierry iba en aumento. Y quería más, esa sensación peligrosa de grabar por la noche, vigilando mientras los artistas pintaban, huyendo de la policía, llegando a muros de inalcanzable altura. Fue entonces cuando decidió conocer al artista del famoso cartel OBEY, cuya imagen era un famoso boxeador de los 70. Este artista, que como os estareis holiendo es SHEPARD FAIREY. En el año 2000 Shepard ya era uno de los artistas callejeros más conocidos mundialmente. Sin embargo para Thierry llegó un punto en el que grabar a estas personas, realizando sus obras en las calles no era suficiente. Thierry queria llegár a algo más, a alguien más: BANKSY.
La pregunta que se hacía por entonces en 2002 Thierry era ¿cómo encontrarle? Para suerte de Thierry acabó encontrándole, conociéndole y grabándole (no os hagais ilusiones no se le ve la cara). Aquel grafitero anónimo británico era (y es)…como decirlo…un icono. Thierry en aquel momento estaba asistiendo desde el comienzo de sus grabaciones al nacimiento del Street Art. Había grabado a artistas que millones de personas pagarían por conocer, o inluso por saber cómo son sus caras, cómo es sentirse estando en lo alto de un muro viendo a través de un objetivo como realizan semejantes obras de arte… auqnue la ambición de Thierry fue aún mayor, y creyéndose artista él decidió crear obras y exponerlas en un museo que llamaría Life Is Beautiful. Sí, el cutre cámara llamado Thierry, pasó a creerse artista (mejor no hago comentarios….en fin), y decidió llamarse MR. BRAINWASH. Creó una galería de street art con la que ganó millones. Y lo único que ha conseguido es modificar a peor el sentido del street art.
De modo que este personaje, por no llamarlo de otro modo, se cree que el street art puede ser enmarcado. Que quede claro, el street art jamás estará en una galería de arte, estará ahí donde empezó todo. En las calles.
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